Un ataque factible y bastante común en un google Chromecast, se puede poner en marcha en la misma red WiFi a la cual está conectado el terminal, y fácilmente haciendo manejo (no autorizado) de las ocupaciones del aparato.
Y si lo tienen conectado a la cada, con la red WiFi privada, entonces no debiese suceder. El inconveniente está en el momento que se esta controlando la red WiFi de un hotel o, simplemente, se comparte una red WiFi en cualquier escenario.
Si se hace así, todo terminal conectado a la misma puede interactuar con el aparato de la empresa de Mountain View, si bien el dueño no lo quiera, debido a que Google no ha habilitado un tipo de ajuste para limitar el manejo del dispositivo.
De esta manera pueden impedir que cualquiera haga uso del Google Chromecast, si bien se tiene el teléfono conectado a la misma red WiFi
Con el fin de impedir que secuestren el Chromecast de redes compartidas, una de la mejor alternativa que se tiene a disposición es aprovechar una computadora para hacer un punto de entrada inalámbrico de manera secundaria a la red WiFi a la cual está conectado ese mismo, y a la vez, el terminal Google Chromecast.
Para hacer eso, se cuenta con aplicaciones como Connectify Hotspot, quizás es uno de los programas más fáciles de utilizar que dejan ese tipo de ajustes dentro de la red local.
¿Qué se obtiene de todo ello? Que la computadora haga de ‘enlace’ entre la red compartida, una WiFi pública o abierta, y el resto de todos los terminales.
De esa manera, el ajuste de la red local estaría ‘insegura’ hasta la conexión con la computadora. Y, no obstante, haciendo un punto de entrada con la red Wifi secundaria, se tendrá una red totalmente aislada la cual cifre la conexión que existe entre la computadora y el dispositivo, y que conjuntamente, impida la entrada no permitida a los terminales, entre ellos el Google Chromecast.
