Para nadie es un secreto que a día de hoy, PUBG es uno de los juegos de móviles más usados y adictivos de todos. La popularidad que ha ganado ha sido tal, que ahora muchos países lo enfrentan como si fuera un problema. Este es el caso de regiones fuertes en tradiciones como lo son Nepal y la India; ambos han decidido cerrar las puertas de su territorio al juego de manera definitiva.
La razón fue comunicada rápidamente ante esta decisión. PUBG es considerado como un videojuego excesivamente violento. Además, es una fuente intensa de distracciones que evita que los estudiantes atiendan a otra cosa. Esto se revela en su bajo rendimiento en los colegios; e incluso en los hogares, los padres sienten su ausencia a tener la atención puesta sólo en su teléfono móvil.
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Nepal prohíbe el juego PUBG y condena su contenido violento
Desde que se emitió la orden oficial de prohibir el juego en su territorio, Nepal ha salido de la lista de jugadores en PUBG. La Autoridad de Telecomunicaciones de Nepal exigió a los diferentes operadores y proveedores móviles el bloquear el juego de las redes. La salida del mismo de los teléfonos móviles ahora impide que los adolescentes puedan jugarlo.
Un caso similar sucedió en la India. Alegando la preocupación que genera la violencia que el juego puede instalar en los niños, lo denominan nocivo y por ende quedó cancelado. Sin embargo, a la hora de revisar el asunto de manera objetiva, no se ha encontrado ningún tipo de caso relacionado con el juego que haya generado un estallido de violencia en los niños.
La noticia tiene cierta controversia. A día de hoy no se ha demostrado que los videojuegos en realidad sean la matriz de la violencia para las personas. Tampoco que resulten el origen de la distracción para los jóvenes, o al menos la principal; a fin de cuentas, si no se tienen videojuegos, los adolescentes pueden encontrar otra manera de distraerse para evitar ciertos eventos en sus vidas.
Vale más el instaurar estrategias de comunicación y educación que se adecúen a la generación de ahora. Aunque, visto lo visto, en algunos países no se considera tal cosa como la verdadera solución.
Fuente: The Verge
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