¿Usas códigos QR a menudo? ¡Aprende a protegerte de sus riesgos ocultos!

evitar riesgos al usar códigos QR

El código QR se ha consolidado en la última década como un auténtico fenómeno tecnológico. Más que un simple método de comunicación o una herramienta de marketing, se ha transformado en una puerta a un mundo lleno de información, promociones, e incluso, pagos instantáneos. El simple gesto de sacar nuestro smartphone y escanear ese pequeño cuadro misterioso nos brinda acceso a un universo de posibilidades ideado por su creador.

A pesar de sus evidentes beneficios, no todo es color de rosa en el reino de los códigos QR. Como suele ocurrir con muchos avances tecnológicos, existen individuos que buscan aprovecharse de estas herramientas para fines nefastos, poniendo en jaque nuestra seguridad y privacidad.

Según datos de Panda Security, en el año 2021, hubo un aumento del 30% en ataques relacionados con códigos QR maliciosos. Lo que indica que, si bien es una herramienta poderosa, también es un medio que puede ser utilizado para hacer mal y perpetrar estafas.

En este artículo, te vamos a ilustrar sobre cómo evitar riesgos al usar códigos QR. Te guiamos por el panorama actual, identificamos los principales peligros y, lo más importante, te ofrecemos consejos prácticos para escanear con confianza y seguridad. ¡Sigue leyendo para convertirte en un experto en la materia!

¿Por qué se ha incrementado el uso de códigos QR?

La popularidad de los códigos QR ha crecido exponencialmente en la última década, pero esta tendencia ha sido particularmente notable en los últimos años. Una de las razones más evidentes ha sido la pandemia de la COVID-19. Dada la necesidad de reducir el contacto físico y de agilizar procesos, muchos negocios y servicios se apoyaron en esta tecnología para facilitar transacciones y compartir información de manera rápida y eficaz. Así, en un mundo donde la digitalización cobró aún más relevancia, esta tecnología se han convertido en el puente perfecto entre el espacio físico y el virtual, siendo un elemento clave para la adaptación a esta nueva normalidad.

Adicionalmente, la simplicidad y versatilidad de esta herramienta han jugado un papel crucial en su adopción masiva. Al requerir solo un smartphone para su lectura, los códigos QR ofrecen una accesibilidad casi inmediata para un amplio rango de usuarios. Según Statista, se estima que para 2022, alrededor de 5.300 millones de personas utilizarán dicho formato, lo que representa casi el 68% de los usuarios de móviles en el mundo.

Principales aplicaciones de los códigos QR:

  • Menús digitales en restaurantes y bares
  • Boletos y entradas electrónicas para eventos y transporte
  • Pagos móviles y transferencias
  • Acceso a información adicional en museos y exposiciones
  • Promociones y ofertas en tiendas
  • Tarjetas de visita digitales
  • Autenticación y verificación en sistemas de seguridad
  • Descarga de aplicaciones y contenido digital.

Peligros que esconden algunos códigos QR

Como hemos visto, esta tecnología de comunicación han emergido como una herramienta útil y versátil en la era digital, su masificación también ha atraído la atención de individuos con intenciones maliciosas. Del mismo modo que se han utilizado para facilitar la vida diaria, su simplicidad y accesibilidad también han sido explotadas por ciberdelincuentes.

Sin embargo, debido a su naturaleza, ocultan la información que enlazan, lo que les da una especie de ‘camuflaje’. Por ende los códigos QR, la nueva amenaza, si no se toman las precauciones adecuadas, pueden generarnos grandes malestares. Veamos a continuación, algunos riesgos:

Principales riesgos que esconden algunos códigos QR y por qué:

  • Enlaces maliciosos: al escanear un QR, podrías ser redirigido a una web fraudulenta que busca robar datos. Por ejemplo, un cartel público podría llevarnos a una imitación de un sitio de banco, solicitando credenciales.
  • Descarga de malware: un código QR puede enlazar a la descarga directa de un software malicioso que se instale en el dispositivo, comprometiendo la seguridad.
  • Phishing: similar a los enlaces maliciosos, pero más sofisticado. Podríamos ser dirigidos a webs que solicitan información personal, haciéndose pasar por servicios legítimos.
  • Accesos no deseados: algunos códigos podrían llevar a suscripciones o permisos no deseados, incurrir en costes o servicios premium sin tu conocimiento.
  • Explotación de vulnerabilidades: códigos maliciosos podrían aprovecharse de vulnerabilidades específicas en aplicaciones o sistemas operativos, dando acceso a los ciberdelincuentes.

Cómo evitar riesgos al usar códigos QR

El avance y utilidad de los códigos QR es innegable. Sin embargo, como ya hemos explicado, su facilidad de uso y la oculta naturaleza de su contenido pueden ser un doble filo, poniendo a los usuarios en situaciones potencialmente riesgosas. Saber de estos peligros es el primer paso, pero es esencial aprender cómo protegerse.

Afortunadamente, hay estrategias que todos podemos implementar para evitar riesgos al usar códigos QR y aprovechar todas sus ventajas sin miedo. Veamos algunas de las recomendaciones clave para mantenernos seguros en este entorno digital.

1. Usa un lector de QR confiable

Al igual que con cualquier otra aplicación, es crucial elegir un lector de códigos QR de confianza. Por ello debemos investigar y seleccionar apps que tengan buenas valoraciones y reseñas, preferentemente de empresas reconocidas. Algunos lectores incorporan funciones de seguridad adicionales, como la previa visualización del enlace antes de abrirlo, permitiendo detectar posibles amenazas.

Además, debemos mantener la aplicación actualizada, ya que las versiones más recientes suelen incluir correcciones de posibles vulnerabilidades detectadas.

2. Verifica la fuente del código QR

Antes de escanear, debemos tomarnos un momento para evaluar el origen del código QR. Si está en un folleto oficial, ticket o recibo de una tienda de confianza, probablemente esté bien. Sin embargo, si encuentras un código QR aleatoriamente, por ejemplo, pegado en una parada de autobús o en un cartel sin marca, no merece la pena escanearlo. Fácilmente podría ser un intento de alguien malintencionado para dirigirnos a un enlace dañino.

Es importante aplicar la lógica y el sentido común, recordando que no todos los códigos QR que encontremos tienen buenas intenciones.

3. Desconfía de enlaces acortados

Tras escanear un código QR, es posible que te lleve a un enlace acortado, lo que dificulta conocer la verdadera dirección web a la que apunta. Estos enlaces, aunque útiles para ahorrar espacio en campañas publicitarias,  pero también pueden esconder sitios web maliciosos. Por ello, es aconsejable utilizar herramientas o aplicaciones que permitan visualizar la URL completa antes de acceder.

4. Mantén actualizado tu software y sistema operativo

El mantener el dispositivo móvil actualizado es crucial para evitar riesgos al usar códigos QR. Las actualizaciones no sólo incorporan mejoras, sino que también parchean vulnerabilidades conocidas que los ciberdelincuentes podrían explotar. Según datos de Avast, en 2019, el 55% de las aplicaciones y el 47% de los dispositivos Android estaban desactualizados, lo que les hace más susceptibles a ataques. 

5. No proporciones información personal

Si tras escanear un código QR llegamos a un formulario que solicita datos personales, lo mejor es que paremos y reflexionemos. A menos que sea un sitio en el que confiemos plenamente y esperábamos esa solicitud (como una página oficial de registro o compra), es mejor no proporcionar ningún dato. Muchos ciberdelincuentes crean páginas de aspecto legítimo para phishing, buscando que los usuarios entreguen información personal y financiera. Es fundamental ser cauto y, ante la duda, mejor abstenerse de introducir cualquier dato.

Más allá de esta tecnología, la seguridad en nuestro móvil es esencial en esta era digital. Nunca está de más ser un poco paranoico cuando se trata de proteger nuestros dispositivos y la información que contienen. Cómo evitar riesgos al usar códigos QR es solo un punto de partida; es igual de vital mantener nuestras aplicaciones actualizadas, ser cautelosos con los permisos que otorgamos y no hacer clic en enlaces sospechosos. Recordemos que, siempre que algo parezca demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.